Ciudad de México, 30 de octubre de 2025. El cantante Cristian Castro habló por primera vez sobre la supuesta pelea física con su madre, la actriz Verónica Castro, en una entrevista retomada por el programa Venga la Alegría de TV Azteca, donde confirmó que hubo “jaloneos y empujones” durante un desacuerdo familiar, pero negó haberla golpeado, desmintiendo rumores revividos por Yolanda Andrade que hablaban de lesiones en la columna de la protagonista de Rosa Salvaje. “Sí hubo una pelea, pero no fue con golpes; fue un momento tenso por un desacuerdo con uno de mis matrimonios. Mi mamá y yo siempre hemos tenido energías fuertes, pero eso no justifica nada”, confesó Castro, de 50 años, en el matutino del 29 de octubre, donde se emocionó al recordar el incidente ocurrido hace años.
La revelación surgió tras un reportaje argentino en septiembre que alegaba que Verónica, de 73 años, sufría dolores crónicos por agresión de su hijo, un rumor que Andrade amplificó en La Mesa 3 al afirmar: “Cristian la empujó y la lastimó; lo sé de primera mano”. Castro, en su versión, aclaró que el altercado fue por oposición de su madre a Valeria Liberman, su tercera esposa (2010-2014), y que involucró “discusiones acaloradas, no violencia física grave”. “Mi mamá a veces nos pegó de chicos, y el tío José Alberto le daba a ella; es un ciclo de familia, pero hemos sanado. No soy un agresor”, añadió el intérprete de Azul, al enfatizar que hoy mantienen una relación cercana pese a diferencias.
Castro, quien en noviembre de 2024 ya había tocado el tema de la relación entre su madre y Andrade —confirmando un “romance” en los 80—, usó la entrevista para cerrar el capítulo: “No quiero que esto manche su legado o el mío; Verónica es una guerrera, y yo la adoro”. La actriz no ha respondido públicamente, pero fuentes cercanas indican que apoya la aclaración de su hijo. En redes, #CristianYVerónica acumuló 200 mil menciones, con fans divididos: algunos elogiando la madurez de Castro, otros recordando su historial de controversias familiares.
Para Castro, de regreso en México tras su gira por Latinoamérica, esta confesión no es escándalo: es cierre. En un Hollywood donde las familias estelares sangran en público, su honestidad resuena. Verónica, ícono eterno, y Cristian, el rebelde eterno, encuentran paz en palabras. El pasado duele; el perdón, libera.